ISBN: 978-84-127780-0-7. Depósito Legal: LE-426-2023. Tamaño: 130 x2 10 mm. Páginas: 252. Impresión: monocroma. Encuadernación: tapa dura. // ¿Quién no queda marcado por el recuerdo de Jean Guillou? Su rostro, su silueta, su paso imperceptible, sobrevolando la nave de Saint-Eustache para llegar a su órgano del que pronto brotaba una incandescente dramaturgia musical. Entonces, la iglesia se convertía en Ródope y veíamos las columnas inclinarse como los árboles al sonido de la lira de Orfeo. Valioso recordatorio de la memoria. ¿No dijo el propio Jean Guillou que “la memoria es un fluido penetrante cuyas infiltraciones no dejan de asediar el futuro”? Deseo servir a este futuro colmándolo de un pasado compartido. Más de cuarenta años de vida invitando a cuestionar el misterio que fue cada una de sus opciones, sus comportamientos, sus miradas frente a la realidad que se le ofrecía. Lo contemplé y fue la entrada en un universo sin igual, una iniciación cautivadora impregnada de placer, incluso de arrobamiento, pero excluyendo toda facilidad y toda concesión. Estoy intentando, aquí, reve- laros sus arcanos. En este ensayo biográfico no habrá nada lineal, sino sólo, en un orden que su persona impuso, momentos, episodios, acontecimientos que determinan una vida y que nos permiten conocer mejor a un personaje que evadió todos los límites. Jean Guillou es, para cualquier persona, un sujeto demasiado grande, pero conocerlo sólo puede encenderte, exaltarte. // Suzanne Guillou-Varga
ISBN: 979-13-990286-1-4. Depósito Legal:LE:144-2025. Tamaño: 155 x 210. Páginas: 710. Impresión: monocroma. Encuadernación rústica cosida con solapas. // Volviendo sólo a Don Pedro (Trapiello, naturalmente) aún tengo que suscribir puntos de mucha incumbencia. Cronista oficial. Eso digo a la Corporación que proceda. Y nombrándosele ya. Cronista que acierte a moler las muelas más duras del gatuperio institucional y ciudadano. Háganme caso, Excelencias. Bien está el cronista crónico, experto en actos de gala, rastros benéficos, rifas, zarzuelas y avemarías, pero no sobra ni estorba otro especializado en velatorios sin vela y campanas sin badajo. Algo hay que aún se me olvida y es asunto de conciencia: a los dos, igualitarios, una nómina discreta. No es fácil pelar en cueros las duras ni las maduras. Cuanto he dicho más arriba, es verdad muy verdadera. Si así no fuese, me diera la rueda astrológica astros de difícil confluencia. Tal premio a mi ancianidad, le cae un poco a la izquierda. Me tengan pues por veraz, que yo aún quiero sonreír con mi mejor calavera. // Antonio Gamoneda, escribano distópico